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¿Subjuntivo:
uno o dos modos verbales? Otra lanza por Bello Luizete
Guimarães Barros (UFSC) Tema: El título de esta
ponencia alude a un conocido trabajo de Lázaro Carreter (1949), El
artículo en español – una lanza por Bello, en que el lingüista del siglo
XX discute las teorías posteriores con el objetivo de comprobar el acierto de
las ideas del gramático caraqueño del siglo XIX sobre el tema en cuestión: el
artículo, en el caso. Mi intención es
retomar la teoría de Bello en lo tocante a los modos verbales con el objetivo
de demostrar el tradicionalismo de qué proviene y la innovación a qué apunta.
Y me atrevo a tratar uno de los temas menos mencionados en su gramática:
la división del subjuntivo en dos modos, el común e hipotético. Mi hipótesis
es que esta definición atiende a preceptos de orientación racionalista,
retomados posteriormente por la línea universalista de la gramática general y
mis razonamientos se basan en dos artículos claves: el de Alicia Yllera
(1981) y el de María Luisa Rivero (1977).
La primera muestra
que la teoría modal de Andrés Bello se basa en la tradición de la gramática
latina, que estudia el modo por la rección, y dicta que los modos – cuatro
modos, a saber: indicativo, subjuntivo común, subjuntivo hipotético y
optativo – se rigen por verbos presentes o elididos. Para Andrés Bello, la elección de los
modos se hace por condicionamiento sintáctico, en que el régimen cumple papel
primordial. La innovación de esa
teoría, según la autora, está en que no sólo el subjuntivo se ve como modo
regido por verbos de suposición o duda.
El indicativo también puede estar regido por verbos como “afirmar,
saber”, aparentes o sobreentendidos.
Ahí reside la originalidad de su teoría que no clasifica apenas al
subjuntivo como modo de la oración subordinada – como en el ejemplo: “dudo
que tus intereses prosperen”-, ya que el indicativo también puede
estar manifiesto en ejemplos como “Afirmo que tus intereses prosperan”. Tal afirmación encuentra eco en Abad Nebot
(1981) que reconoce en Bello la particularidad de apuntar, por primera vez
quizá, que el subjuntivo no ocupa, con exclusividad, la posición en la
proposición subordinada. Tales autores repiten las ideas de Bello con el
objetivo de comprender el principio de rección de expresiones manifiestas o
apagadas. La segunda autora,
María Luisa Rivero, se vale de la idea de esa subordinación implícita para
determinar la relación de Bello con la gramática general en lo tocante a la
clasificación del optativo. Bello define el imperativo “¡Ven!” como forma
abreviada de “ordeno que vengas”. Rivero demuestra las semejanzas entre este postulado y la
teoría de los verbos abstractos de Robin Lakoff y George Lakoff, defendida en
los años sesenta, en el escopo de la gramática generativa y transformacional.
Mi intención es
discutir esta hipótesis en relación con otro punto de la clasificación de los
modos verbales: la doble clasificación del subjuntivo, y su aplicación a
algunos datos del español actual. Definición de los subjuntivos:
Andrés Bello
postula dos modos subjuntivos para el español: el común e hipotético. Esta
determinación establece que el subjuntivo común comprende formas de presente
y pretérito imperfecto de subjuntivo empleadas sigiuiendo verbos explícitos
en expresiones de deseo: “Espero que seas feliz”, “quiero que vengas”;
etc..Oraciones sustantivas hacen parte de esa primera categoría que no es
nueva en la historia de los estudios gramaticales de las lenguas
latinas. El segundo modo,
subjuntivo hipotético, se muestra como una evolución en los estudios
gramaticales, que provoca “embarazos y dificultades” (BELLO, 1984, p. 163),
que le han forzado a Andrés Bello no sólo a defenderse como a rever su
posición en las diferentes ediciones de su obra. Antes de entrar en el mérito de esas críticas, quiero aclarar
que la dificultad en comprender la elección de esa teoría se debe, en parte,
al tono comparativo de su definición.
Es decir, Andrés Bello explica el subjuntivo hipotético en oposición a
otros modos al decir que ése “no recibe el sentido optativo de “Sea feliz””,
y “no es regido por verbos del subjuntivo común: “dudar, temer,
desear, querer”. (BELLO, 1984, p. 163-166). Una definición que se construye por la
negación: no es eso, no es aquello. En
verdad, ¿qué es? – sigue la duda. La única aclaración
afirmativa dice que el “subjuntivo hipotético recibe ese nombre por su
constante significado de condición o hipótesis”. (GCA, p. 163?) Y si la
hipótesis es expresión común también al subjuntivo común, el único rasgo
peculiar al “modo hipotético” es que
“siempre significa condición”. Y aquí vale recordar otro punto poco abordado
de Análisis ideológico de los tiempos de la conjugación castellana, definido
también por contexto condicional: los valores secundarios del indicativo. En el afán de abarcar todos los empleos
sintácticos de las formas indicativas, Bello examina casos como: “si percibes
que mi pluma se envejece, no dudes en avisarme”, en que el
verbo en presente de indicativo de la subordinada sigue una adverbial con
sentido prospectivo. Por su análisis, formas indicativas con valores
temporales de coexistencia reciben el rasgo de posterioridad en usos de este
tipo. “Si las cosas siguen como están,
el hambre será inevitable”, ilustra caso en que la concomitancia se transforma
en co-futuro, el co-pretérito se convierte en pos-pretérito, en postulado que
nos hace concordar con las palabras de A. Yllera, que declara que “nos
hallamos ante una regla que podría ser formulada dentro del marco de la
gramática generativa y transformacional.”(YLLERA, 1981, p. 486) La explicación del modo hipotético se ve
imbricada, por lo tanto, a la comprensión de los significados secundarios del
indicativo. Un modo depende de otro,
en reglas que se aplican de acuerdo a estadios determinados. Es decir, el valor secundario agrega la
posterioridad a la fórmula primitiva de indicativo, en una primera fase. Ya
el modo hipotético de la subordinación condicionada conserva tal rasgo,
eliminando la concomitancia. Toda forma hipotética guarda, por consiguiente,
la idea de posterioridad, según el razonamiento de una secuencia de reglas
sujetas a una ley constante. Por esa
definición, el modo subjuntivo hipotético viene “siempre en la proposición
subordinada” y tiene como forma exclusivamente suya el futuro de subjuntivo,
las formas en –re, que parecían ya estar entrando en desuso en el
español cotidiano del siglo diecinueve. Según la crítica, esa parecía ser una
de las razones para la desaprobación de esa categoría. De nuestros
objetivos no consta evaluar la corrección de esta taxonomía, sino mostrar los
principios que la orientan, de manera a destacar como forma explicativa de
esta teoría las expresiones que se subentienden, aunque no se concreten en la
estructura aparente. Bello reconoce
como dato característico del hipotético: “si sucediere viento fuerte
no saldremos a paseo”, en forma posiblemente anacrónica ya en su época. Por esa razón, en los tiempos de Bello
otra expresión con presente de indicativo venía ya sustituyendo la correspondiente
mencionada: “si hay viento fuerte, no saldremos a paseo”, parece ser,
pues, la ocurrencia más frecuente al lenguaje cotidiano del castellano
decimonónico. Para Bello, “si hay” equivale a “si sucediere que hay”,
a partir de elementos que se eliden. Y explica el indicativo en la
subordinada en lugar de una elisión, correspondiente a “si sucediere que
hay viento fuerte, no saldremos a paseo”.(GCA - & 663, AIT - & 98)
Una expresión elidida: otra vez el recurso de apagamiento sirve a la teoría
que acepta otras formas en indicativo o subjuntivo común como manifestación
del modo hipotético. Al proponer tal
división en el subjuntivo, Bello ve que los modos no se manifiestan
igualmente en relación con el tiempo.
El indicativo presenta posibilidades temporales, en que la expresión
de presente, pasado y futuro se hace variada. El subjuntivo, en cambio, se
porta de forma distinta en razón del significado temporal. Un modo se explica por la rección de verbo
principal aparente en presente o pasado – así se determina el subjuntivo
común de la subordinación sustantiva. La expresión en futuro de la oración
principal rige, en cambio, otro modo: el subjuntivo hipotético de la
adverbial temporal o condicional – esos significados se aceptan en la edición
de 1847. Como la forma
característica del modo hipotético – el futuro de subjuntivo - ha
desaparecido del lenguaje habitual del español contemporáneo, una fórmula
para comprobar la validez de nuestras ideas sobre la teoría de Andrés Bello
es ver el comportamiento de las oraciones adverbiales. Según nuestra propuesta, no apenas la
oración con “si”, sino otras oraciones adverbiales presentan
comportamiento modal distinto a depender del tiempo de la principal. Es decir, la prospección condiciona el
modo hipotético por el significado de prognóstico o previsión sobre lo que
sucederá, mientras otros tiempos traen el indicativo, en oraciones modales,
temporales, concesivas, como las construcciones con “aunque”, que
reunimos abajo. Para demostrar la validez de esas afirmaciones, reunimos
algunos ejemplos retirados de un trabajo no publicado todavía – la
investigación de doctorado de Iandra Maria da Silva, en la UFSC – que
ilustra, a mi ver, la teoría del hipotético.
El subjuntivo sigue la conjunción “aunque” cuando se trata de
regencia en futuro de indicativo, en ejemplos que creemos equivaler al modo
hipotético. Por otro lado, la principal con verbos en presente y pasado rigen
construcciones en indicativo. Presentamos,
a principio, datos periodísticos de prospección: 1. “Ya llevamos
prácticamente un año y medio discutiendo acciones y se ven pocas acciones a
pesar de que el Primer Ministro de
Japón y el Vicepresidente de Estados Unidos las señalaron. ‘Pero nosotros
queremos que se tomen acciones
políticas y si no las toman los países industrializados, las naciones
emergentes como Chile, aunque hagamos todas las reformas, no podrán
enfrentar las crisis”. (La Prensa: Honduras, 12/05/05) 2. “Escoge bien a tus
amigos. ‘Dime con quién andas y te diré quién eres'’, es el discurso. Les
decimos que aunque no quieran las malas amistades terminarán
influyéndolos”. (Univisión: Puerto Rico, 03/04/05) 3. “Es como el que va a la
universidad, con deseos y ganas de graduarse, pero no lo consigue porque no
es buen estudiante. Pero si a ese
muchacho no le gusta lo que va a hacer como por ejemplo: médico o
abogado, por mucho que estudie y aunque se llegue a graduar,
nunca va a ser un buen
médico o abogado. Para llegar a serlo se necesita que le guste”. (El Diario
de Hoy: El Salvador, 09/02/05) 4. “Dicen que, cuando
un individuo es acusado de cometer
crímenes internacionales y en concreto, crímenes contra la humanidad, no
queda inmune de esta acusación aunque sea un jefe de Estado. El
señor Pinochet, viajaría en el mejor de los casos, y si todo estuviera en
regla, con un pasaporte diplomático de senador. (El Tiempo: Colombia,
20/06/05) Esos cuatro
extractos muestran verbos en futuro de indicativo (1-2) o con perífrasis de
futuro o modales (3-4). Tales
ejemplos de verbos conjugados en presente de subjuntivo pueden explicarse por
un “sucediere que” elidido, por su carácter prospectivo, que
los clasifica en el modo hipotético. En
oposición a ellos, eligimos otros cuatro ejemplos en que el indicativo ocurre
en construcciones semejantes. Veánse
los datos: 5. “Bolívar fue un luchador
que nunca se rindió aunque perdió más batallas que las que
ganó; suya es esta penetrante frase: ‘El arte de vencer se aprende en las
derrotas’.( El Mercurio: Chile, 17/05/05) 6. “Aunque Anchieta evangelizó
en Argentina y Uruguay, fue Brasil el escenario de su doctrina, convirtiendo
a numerosos indios de aquel inmenso país. Dejó escritas numerosas obras,
falleciendo el 9 de junio de 1597, a la edad de 63 años. Recibió sepultura en
la ciudad de Bahía”. (El Nacional: Venezuela, 08/03/05) 7. “En el mismo sentido,
todos aseguran que, de forma paralela al incremento de pacientes, se está
observando un mayor número de chicos afectados por la anorexia, aunque
aún no se ha perdido la proporción de un paciente varón por
cada diez niñas afectadas”. (El Día: Argentina, 26/01/05) 8. “Colombina tiene en la
actualidad cerca de 2.000 empleados en todo el territorio nacional. Aunque algunos de ellos han optado
por tomar sus vacaciones durante esta época, la mayoría está trabajando en
esta temporada”. (El Espectador: Colombia, 24/03/05) Hechos históricos
ocurridos en los siglos pasados se enuncian en formas de pretérito de
indicativo, en los textos sobre Simón Bolívar y Anchieta (5-6). Hechos comprobados como frecuentes en los
días actuales se manifiestan en indicativo, aunque se trate de la frase
concesiva (7-8), de temática científica, en el caso 7, o de asunto político,
en el ejemplo 8. Estos pocos casos
buscan comprobar que aquí no cabe la explicación de una locución subyaciente
“sucediere que”. Por
esa razón, aunque el hipotético no se resuelva por la ocurrencia de una forma
en –re, reconocer comportamientos modales distintos a depender del
tiempo del verbo regente parece encontrar cabida en ejemplos de la prensa
escrita actual. Como conclusión,
debemos lamentar el hecho de que la historia de la gramática castellana no se
haya interesado por la cuestión de la división del subjuntivo, y haya evitado
comentar esta parte de la teoría verbal de Andrés Bello, que reconoce “un
sisitema funcional y nocional de cuatro modos y de un sistema formal de
tres.”(YLLERA, p. 486) Nuestros
comentarios se orientan por el principio de que la revisión comprueba que esa
teoría se orienta, claramente, por principios sintácticos en que el
subjuntivo común se condiciona a la presencia de ciertos verbos en la
subordinda sustantiva, y el modo hipotético, por otro lado, se explica por
expresiones elididas en la adverbial, básicamente, que envuelven formas en
indicativo o subjuntivo, además del futuro de subjuntivo. La decisión de la
gramática por un sistema con tres modos verbales – indicativo, subjuntivo e
imperativo – atiende a criterios formales y a una simplificación de las
oraciones subjuntivas, debidas a que: “El estructuralismo
reprochó a Bello, como en general a la gramática general, el explicar las
formas presentes en el discurso a partir de formas sobreentendidas; por el
contrario, ciertas corrientes de la gramática generativa y transformacional,
partiendo de presupuestos distintos, llegan a análogas conclusiones. Así, se ha puesto en relación su teoría de
los verbos elípticos que rigen subjuntivo o imperativo con los verbos
abstractos de George Lakoff y Robin Lakoff y se ha apuntado que ciertas
investigaciones llegarían a considerar también al indicativo independiente como subordinado a un verbo principla
elíptico. (YLLERA, 1981, p. 492-493) Y la intención de
este trabajo es explicar que ciertos hechos de la lengua contemporánea
comprueban la filiación metodológica de Andrés Bello a la tradición de la
gramática universal revisitada, posteriormente, por las investigaciones de
los teóricos universalistas. BIBLIOGRAFÍA: ABAD NEBOT, Francisco. 1981. Idea de las
categorías gramaticales en Andrés Bello, Bello y Chile: tercer congreso
del bicentenario. Caracas, Fundación La Casa de Bello, t. I, p. 453-460. BARROS,
Luizete Guimarães. 1991. Alrededor del futuro de subjuntivo, Anais do IV
Congresso de Professores de Espanhol. Leonilda Ambrozio, Nair Takeuchi
(orgs), APEEPR, Curitiba, p. 141-146. -----,
1998. Tradição e inovação na
teoria verbal da gramática de Andrés Bello. Tese de Doutorado,
UFRJ, Rio de Janeiro. BELLO, Andrés. 1979 [1810]. Análisis ideológica de los tiempos de la
conjugación castellana, Obra literaria. Caracas, Ayacucho, p. 415-459. -----, 1984[1847] Gramática de la lengua
castellana destinada al uso de los americanos. EDAF, Madrid. LÁZARO CARRETER, Fernando. 1949. El problema del artículo en español: una
lanza por Bello, Homenaje a la memoria de don Antonio Rodríguez-Moñino –
1910-1970. Valencia, Cristalia,
p. 347-371. RIVERO, María Luisa. 1977. La concepción de
los modos en la gramática de Bello y los verbos abstractos en la
gramática generativa, Estudios de gramática generativa del español. Madrid,
Cátedra, p. 71-85. SILVA, Iandra Maria. 2006.
La oposición subjuntivo/indicativo en construcciones con “aunque”,
“quizá” y”tal vez”. Mimeo, Florianópolis. YLLERA,
Alicia. 1981. El verbo en Andrés
Bello: orignalidad y tradición, Bello y Chile: tercer congreso del
bicentenario. Caracas, Fundación La Casa de Bello, t. I, p. 477-514. |
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