Raquel de Paula

Juliana Soares

 

Rincón Literario

 

 Nosotros  escribimos  textos todos los días. Escribimos textos para las asignaturas del curso, muchísimos textos para los  trabajos académicos. Los que trabajamos necesitamos, muchas veces, hacer planes de clase, correcciones, exámenes y miles de otros  géneros de textos.

 A mucha gente no le gusta  tener que escribir de manera repetitiva, les parece   fastidioso y agobiante hacer cosas   por obligación. A mí, particularmente me encanta, sea  textos académicos o no, pero para hacerlo necesito  tiempo, tranquilidad y  silencio.

   Pero ¿en qué momento reservamos un tiempo para escribir los textos que  nos gustan y  que  nos dan placer?

¿Quién, en el secreto de su casa, no esconde un diario íntimo? O por lo menos  ya no sintió la necesidad de escribir dos líneas para aliviar el agobio, el dolor, o para trasmitir la  emoción de un momento.

 “Escribe aquel que está en busca de algo, de una realización individual, o sea, que no está completo.”  No me acuerdo ahora de quién dijo está frase, pero estoy de acuerdo y agregaría que escribe aquel que vive y que desea  seguir viviendo.

Quién jamás escribió un poema, un cuento, una historieta, lo que sea, o pensó en hacerlo, todavía no ha empezado a vivir.

 A algunos les gusta más escribir, mientras otros prefieren leer. Para mí, esos dos placeres caminan juntos.

 A aquellos que les encanta leer,  deseo que sigan  con el gusto y  aquellos que todavía no se permiten este placer ¿qué mal hay en permitírselo?  Y a todos, ¡qué aprovechen!  

El rincón literario de esta  revista pretende ser un espacio para publicación de textos escritos por alumnos estudiantes de español. Escritores iniciales, pero con muchas ganas de seguir escribiendo. Ojalá esta iniciativa no se apague.

Ésta es la primera edición de la revista. Que la lectura de esté rincón literario y de toda la revista  pueda despertar el interés, la curiosidad, agregar informaciones  respecto al mundo y la cultura hispánica.

 

 

 

 

 

 

transfiguración

Era la tranquilidad, una persona común.
Extraordinariamente se convirtió en un hada.
No fui yo quien lo eligió, sino el amor decidió por mí.
Y ahora estoy drogada de amor.
Todo adquirió colores raras: palomas, ríos, vestidos,  frutillas,

Casarones antiguos...

Justo cuando pensaba entender la vida y su funcionalidad.
Sí es posible que el amor cambie las cosas.
Todo tiene importancia y valor.
Incluso las banalidades ahora son acontecimientos únicos.
Es la locura más saludable.
Un encantamiento que engaña.
Cuerpos detenidos, vulnerables.
Pasados los sobresaltos, la definición, la revelación
Ya no soy Yo.
Transfiguración.

 

Juliana  Soares                                                        

http:// www.escrevoevivo.blogspot.com

 

 

Terça-feira, 13 de Maio de 2008

No puedo dejarte de amar

Y es así, como ayer decías

 

Que iba a ser, la vida es tan Simple ahora, sin tenerte.

 

Y sigo así, palabras que me desnudan, Me envuelven tanto las dudas, La historia siempre continúa... Y no puedo dejar de amarte, Y no puedo dejar de esperar.

 

No puedo perderte al final y no te Puedo olvidar

 

No sé luchar, si no estás.

 

Y es así, yo ya no creo en milagros

 

Si tu no estás a mi lado "Soy un velero en el mar; del pasado

 

"Y sigo así, un soñador sin noche

 

Un alma sin destino, Que paga por sus errores.

 

Y no puedo dejar de amarte

 

Y no puedo dejar de esperar,

 

No puedo perderte al final

 

Y no te puedo olvidar

 

No sé vivir, si no estás.

 

Contigo aquí, el mundo me abre sus brazos, el tiempo gira despacio,

 

Soy el guardián del calor; de tus labios

 

Si vuelvo a ti, seré quien guíe tu norte,

 

El faro de tus sentidos que te querrá para siempre
...Y no puedo dejar de amarte, Y no puedo dejar de esperar. No puedo perderte al final

 

Y no te puedo olvidar, No sé luchar...Si no estás.

 

Mara  Regina

http://poesiagitana.blogspot.com/ 

Minicuento

 

La Pareja, Pablo Picasso

La Pareja
As veces me quedo mirándola, reparando sus detalles, la curva de la nariz, un lunar pequeñito cerca de la boca, el brillo del pelo, cosas así, que reparan aquellos que aman. Ella, cuando percibe que la miro, pregunta: - ¿Qué pasa? – recelosa, quizá pensando que yo le reparo algún defecto, una legaña o un agujero en la falda. Yo, siempre le digo: - No pasa nada. – Pero si ella supiese, si supiese las razones que tiene el amor, no más me preguntaba. Cuando me sorprendiese así, mirándola, no me preguntaría más “¿qué pasa?”, y me diría sólo: - también te quiero.

 

Priscila

www.espanohablante.blogspot.com