Los medios argentinos


Entrevista com Jorge La Ferla, realizada em Buenos Aires em 2 de junho de 2003.


Maria Antonieta - Jorge, como transcorreu o Festival Internacional de Cinema Independente, realizado em março de 2003, em Buenos Aires?

Jorge La Ferla - El Festival de Cine Independiente es una muestra que se hace todos los años en Buenos Aires y que está organizada principalmente por el gobierno de la ciudad. La muestra se ha transformado en un evento muy interesante porque permite ver un panorama de la producción mundial de cine que normalmente no es estrenada en las salas. En la Argentina como en muchos países de América Latina, prácticamente no hay distribución independiente de materiales que no sean comerciales. Evidentemente se ve mucho cine en Buenos Aires. La ciudad siempre fue un lugar excepcional por todos los materiales que llegaban - incluso hay algunos mitos, que por ejemplo las películas de Bergman se estrenaban antes en Buenos Aires que en Nueva York, o que el cine de los ex-países socialistas en Buenos Aires tenía mucho público.Pero claro, ahora, con toda la crisis económica y con la desaparición de un Estado que se encargaba de subvencionar, o de distribuidores independientes que sobrevivían solos, se ha reducido muchísimo la posibilidad de ver un determinado tipo de material. Entonces este festival viene a cubrir algo, durante diez días en el año, y de acuerdo al período se ven cosas maravillosas y otras no tanto. Por ejemplo este año creo que en general fue bastante mediocre lo que hubo, porque no hay grandes cosas a nivel mundial, en relación a cosas innovativas. Creo que lo mejor que se pasó en el festival fue una película de Roberto Rossellini que se llama "India". Entonces si bien la producción que se llega a conseguir para traer a este festival no demuestra un altísimo nivel, siempre es una posibilidad de ver ciertos materiales que es vergonzoso que no tengan una salida en sala. Entonces a partir de eso hubo todo un panorama, se traen incluso nuevas producciones, hay una presencia muy fuerte brasileña: una película, Madame Satã, de que se habló mucho, y también Edifício Master, de Eduardo Coutinho. Entonces, es una buena oportunidad de ver algunos materiales que normalmente en Argentina son difíciles de ver.


MA- O cinema brasileiro não chega aqui...


JLF - Llega muy poco. El año pasado por ejemplo se estrenó Lavoura arcaica, que había sido pasada en el festival. Este año se estrenó Ciudad de Dios. Por ejemplo ahora pasaron en el festival la película Rocha que voa, del hijo de Glauber Rocha. Pero no hay una presencia de Brasil a nivel audiovisual interesante, ni en cine, ni en video, ni en televisión. Incluso hay una especie de boicot a las telenovelas brasileñas, que prácticamente no llegan a Argentina. Que es una rareza, porque las novelas de éxito de Globo o de Bandeirantes, se venden a 86 países en el mundo y curiosamente a un país que es vecino de Brasil, no llegan.


MA - Quem boicota?


JLF - No sé si es una decisión consciente, pero en todo caso, en el mercado argentino, no se traen las mejores telenovelas, que pueden ser las brasileñas. Se trae mucha porquería de otros países. Y lo poco que se produce acá. Lo mismo con el material de televisión más serio, TV Cultura de San Pablo, TV Viva de Olinda. Hay muy poco contacto a nivel audiovisual. Pienso que es una pena, porque en estos momentos en Argentina hay una producción muy grande de ficción, este año creo que hubo como 26 largometrajes argentinos, y Brasil tiene una producción impresionante de video experimental, de documental, y pocos largometrajes, pero casi todos de un nivel muy interesante. Entonces es una cosa bastante paradójica, porque la llegada de material americano es inevitable y es mayoría en todo el mundo, pero material latinoamericano a Argentina llega poquísimo, sin embargo, llega mucho material alternativo europeo. Entonces es más fácil que se estrene una película independiente francesa en Buenos Aires que una película brasileña. Eso es también por un problema que el mercado en este momento es muy chico, a nivel de dinero son cosas que difícilmente vayan a dar negocio, pero bueno, estamos hablando de cultura y de arte y evidentemente son muy poco eficientes los organismos que están encargados de establecer una posibilidad directa de intercambio. Si no fuese por la embajada de Brasil y por la Fundación Centro de Estudos Brasileiros, directamente sería un desierto total.


MA - Você pensa que a situação pode melhorar, com o governo Kirchner na Argentina e Lula no Brasil?


JLF - A partir de esta falta de intercambio, que no únicamente está en el cine sino en todo el espectro audiovisual, para Argentina en estos momentos, así como políticamente, supuestamente, porque hace muy poco tiempo que asumió, hay una orientación o similitud entre el nuevo gobierno argentino y el gobierno brasileño. Esta similitud también en algunos rubros sería muy importante usufructuarla, particularmente por la importancia que tiene la televisión brasileña en una faceta más profesional, digamos comercial. Y por otro lado más alternativa, porque en Brasil hay algunos canales, creo que el más importante es TV Cultura de San Pablo, que está a cargo de la Fundação Padre Anchieta, y algunos organismos que ahora no están bien como antes, como la Associação Brasileira de Vídeo Popular (ABVP), y otro organismo que en Brasil es fundamental y muy poderoso, la Associação Cultural Vídeo Brasil. Estos organismos tienen una cantidad de trabajo y continuidad en un rubro que en la Argentina es absolutamente un páramo. Es decir, televisión de calidad, televisión cultural y todo lo que pueda ser video experimental, independiente, documental y demás. Incluso Vídeo Brasil hoy debe tener el archivo latinoamericano de video experimental más grande del mundo. Incluido Argentina. Entonces es más la cantidad de material archivado de video independiente que hay en la Associação Cultural Vídeo Brasil que en cualquier organismo en Buenos Aires. Eso es muy paradójico, porque evidentemente hay un problema en la Argentina no solamente a nivel económico, pues todo lo que pudo haber significado el menemismo, la dictadura militar y todos los gobiernos desastrosos que tuvimos desde que volvió la democracia, sino que además hubo una especie de abandono casi absoluto de todo lo que podía ser subvención y apoyo de material audiovisual independiente. En Brasil todavía hay un sistema de becas de producción, un sistema de becas para el estudio, cosas que en la Argentina son surrealismo puro. Entonces evidentemente Brasil ha sabido sea con organismos estatales, en su momento el Museu da Imagem e do Som, sea con organismos privados, crear algunas islas que por lo menos marcan una diferencia en este desierto absoluto que hay con el material independiente en América Latina.


MA - No Brasil, é muito forte a relação entre produção audiovisual e literatura: trabalha-se muito a partir de contos, romances, poemas etc. Isso também tem sido explorado na Argentina, cuja literatura está entre as melhores do mundo?


JLF - En Argentina como en todos lados hay una tradición de adaptación de algunas obras de la literatura, muchas han sido puestas en escena en cine, desde Juan Moreira hasta Don Segundo Sombra. Borges también, al pobre lo han matado muchas veces. Pero en general, algunos escritores se dedican a hacer guiones de cine, que salvo en el caso de Alan Pauls, son excesivamente pobres, en cuanto a lo que pueda ser algo que trascienda un guión literario, pensar algo más como producto fílmico. Entonces las relaciones entre literatura y cine en la Argentina no son de las mejores. En Brasil creo que eso es un tema mucho más productivo, se ven adaptaciones mucho más creativas, desde trabajos históricos como podrían ser Deus e o diabo na terra do sol, basada en Os Sertões de Euclides da Cunha, hasta Lavoura arcaica. Siempre hay un realizador de cine que hace una versión libre, y esa película no tiene valor porque es una adaptación sino porque es una buena película. En cambio acá es como que las obras están mucho más esclavas de la obra literaria y efectivamente jamás, nunca, va a haber ninguna película que supere a alguna obra de Borges, porque es insuperable.


MA - A produção argentina contemporânea de vídeo está trabalhando com que temas?


JLF - La producción argentina de video, en lo que puede ser video experimental, tiene una característica muy importante: es poco referencial, a nivel de que hay pocas lecturas interesantes de lo que ocurre en la Argentina. Hay muchos videos dentro de esta vertiente, que puede ser el video arte, que parecen trabajos hechos en Europa. Yo no digo a nivel folclórico o exótico, o que aparezca la argentinidad, sino a nivel de elaboración más profunda, en donde justamente este trabajo artístico experimental con el video está muy descontextualizado en relación a lo que podría ser una lectura inteligente de lo que está pasando en la Argentina hoy.


MA - Há algum videoartista argentino que você destacaria?


JLF - Video artistas hay cantidades y son de un nivel muy alto, desde los pioneros. Ahora la revista Kilómetro 111 está por sacar un número dedicado al video argentino. Hay Carlos Trilnik y Claudio Caldini, que son los realizadores más antiguos y que están viviendo en la Argentina. Después hay cantidad de realizadores que viven en el exterior y que son muy buenos: Marcelo Mercado, que vive en Alemania, Arturo Marinho que vive en Barcelona, Ivan Marino, que vive en Barcelona. Hay cantidad de gente que está haciendo cosas, pero de una manera prácticamente, absolutamente independiente. En la Argentina a pesar de la crisis terrible, hay una producción de cine impresionante, de altísimo nivel, en relación al esfuerzo que puede implicar hacer un largometraje de manera independiente. Dentro de toda esa producción, este año en el Festival de Cine Independiente creo que se mostraron 25 nuevos largos argentinos. Hay una realizadora, que para mí es el futuro del cine argentino, la mejor línea quizás (que podríamos comparar con el más grande director de cine argentino que es Leonardo Favio) y que es Lucrecia Martel, con su primera película, que se llama La Ciénaga, y que ahora está por filmar su segunda película.


MA - Ah, sim ... Márcia Valadares, produtora de cinema em Belo Horizonte, tinha me falado sobre La Ciénaga.


JLF - La Ciénaga es la mejor película argentina de los últimos diez años. No solamente por la puesta de escena, el manejo de cámaras, de actores, el guión, todos excelentes. Además es una de las lecturas más sofisticadas donde se articulan un montón de cosas, donde quizás la ciénaga como tal, y esta familia, todo lo que es, la familia, el entorno, es la Argentina, es decir, un lugar en completa destrucción. Después hay otra película de un ex-alumno de la Universidad del Cine, que se llama Lisandro Alonso, una película muy ascética, sencilla, que se llama La Libertad, y que también además de sus valores notables de puesta en escena, es una película remarcable, porque logra articular también una lectura de algo que podría ser un ciudadano, un trabajador, alguien que vive en este país y que tiene una historia. Esa película es el relato de esa historia, que es absolutamente estupendo. Entonces me parece que en el cine argentino podríamos hablar de diez o veinte realizadores más. Pero me parece que estas dos personas, que deben tener 25 y 35 años, son dos realizadores muy importantes. Muy argentinos, con muy alto nivel formal y con buena lectura de la realidad.


MA - Como você vê a possibilidade de se criar um vínculo entre Brasil e Argentina, na área do cinema e da mídia em geral. Seria possível fazê-lo a partir das escolas de cinema?

JLF - Acá a las escuelas de cine no les importa nada, en relación a tener un intercambio permanente con instituciones del exterior. Pero no por una cuestión de desinterés, sino por una cuestión de que la mayor parte, salvo el CERC y la Universidad de Buenos Aires, están fundadas como empresas privadas, donde hay una tarea que es muy importante que es impartir enseñanza, en su parte de verdad y en su parte entre comillas. Entonces dentro de eso hay algunas instituciones que han desarrollado algunos departamentos de extensión. En estos momentos, que es una rareza acá en la Argentina, hay poco contacto con el exterior. Salvo la gente que se va, que es muchísima, sea a trabajar afuera o por un festival. Hay mucho contacto con el exterior de ese tipo, pero después me parece que, bueno, son escuelas que se manejan con presupuestos, pero dependen únicamente del dinero que pagan los alumnos. Entonces evidentemente también destinan menos dinero a relaciones internacionales etc. A mí me parece que hay un montón de organismos que dependen del Estado y que además tienen presupuestos, es gente asalariada, cuerpos diplomáticos, servicios de relaciones exteriores, organismos culturales, organismos audiovisuales, y una de sus obligaciones es tratar de fomentar intercambio. Entonces todos estos convenios que vienen firmando el Mercosur, ahora por ejemplo se van a firmar nuevos convenios entre Argentina y Brasil, evidentemente son convenios que únicamente funcionan en el papel. Mercosur no existe, es un nombre, un nombre que permite buenos viajes, buenos banquetes, buena ropa para los diplomáticos, pero que a nivel operativo tiene cero resultados. Y también a nivel económico, cultural y todas las otras posibilidades de cooperación que puede haber entre dos países con tantas posibilidades de establecer trabajos en conjunto como son Argentina y Brasil. Eso sigue siendo muy fuerte, que hay cierta parte de la burguesía argentina que sigue mirando a Europa y a la dirigencia, y cierta parte de la brasileña que sigue mirando a Washington. Pero hay un hecho inédito: el presidente argentino siempre el primer viaje que hace es a Estados Unidos y ahora primero va a Brasil, lo que es un buen indicio.
Ahora otro tema: como es un valor un poco desprestigiado la cultura para toda esta raza de políticos un tanto mediocres y con poca formación de hombres de Estado, entonces evidentemente lo coyuntural y la propaganda de su propia gestión es lo más importante. Y cosas más profundas, como este tipo de trabajo o de intercambio educativo, cultural y artístico, pasa no a un segundo plano sino a un plano número veinte. Evidentemente hay mucha gente que tiene esa función, no cumplen con su trabajo. U otro tipo de instituciones, por ejemplo el Memorial de América Latina en San Pablo, y otro tipo de lugares que supuestamente se habían creado para fomentar este tipo de diálogos, tampoco han funcionado con la eficiencia y la continuidad con la que en su momento fueron creados.